miércoles, 24 de agosto de 2016

ENSAYO


Como diseñadores solemos tener esos momentos de frustración y de bloqueos en el que sentimos que las ideas nadamas no están fluyendo. Podemos estar pensando en alguna manera de solucionar algo pero nadamas no sentimos que avancemos. Por otro lado, también tenemos esos momentos en los que sentimos ese golpe de suerte y nos surgen esas ideas "de la nada". Cuando nos preguntan ¿cómo llegaste a esa solución? y lo único que puedes contestar es "la idea me surgió de la nada" y no haces mas que emocionarte mucho porque de alguna u otra manera pudiste resolver el reto que tenías enfrente de tí.

Claramente resulta sumamente satisfactorio el pensar y creer que las mejores ideas surgen a partir de la nada y sin ningún tipo de esfuerzo. Parece ser que sería algo mágico el que las soluciones mas acertadas y efectivas provienen del esparcimiento y no del trabajo.

Pero, ¿realmente existe eso de que las ideas surjan de la nada?
Ex nihilo nihil fit es una frase latina que significa NADA SURGE DE LA NADA. Y la ley de la conservación de la materia o el concepto de la energía (la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma) apoyan esto: lo único que puede surgir de la nada es nada.

En el diseño pasa igual, las ideas no surgen de la nada. Cada idea requiere de profundas bases teóricas, investigación, recopilación y análisis de datos, modelado de situaciones y procesos de verificación. Una nueva idea no es más que una nueva forma de interrelacionar dos o más cosas que ya existían antes, pero que nadie había relacionado entre sí con anterioridad. Nada surge de la nada, en consecuencia, las ideas tampoco surgen de la nada.

La definición de crear decía: producir algo, establecer, fundar, introducir por primera vez algo. Y como nada surge de la nada, ese resultado creativo deberá  ser sin duda alguna producto de algo, y ese algo, en diseño, esta constituido por una basa muy sólida de información.

Pero entonces ¿cuál sería una explicación científica respecto a estos acontecimientos? Pongamos un escenario, muchas veces nos pasa que las ideas nos surgen cuando estamos realizando actividades rutinarias, como lavar los dientes, ducharnos, manejar el automóvil, subir el ascensor, hacer deporte, se nos ocurrían ideas o soluciones en forma más frecuente que cuando nos forzamos y nos ciclamos a pensar en la oficina o en la escuela o frente la computadora. Hay muchos estudios que profundizan respecto a este tema que le podemos llamar, según la Universidad de British, Columbia, como “Day Dreaming” o “Soñar DEspiertos”.

Esta investigación se basó en el estudio del cerebro a través de resonancias magnéticas, en donde se ve el funcionamiento del cerebro en función de los pensamientos. En el experimento valoraron el cerebro de personas que resolvían distintos tipos de problemas en situaciones y ámbitos diferentes. De esa forma pudieron determinar, a través de las imágenes captadas por las resonancias magnéticas,  que el cerebro utiliza diferentes zonas según el tipo de problema que debe resolver. Así todos los problemas rutinarios y tareas comunes afectan a una zona del cerebro llamada “default area” mientras que la parte del cerebro que se vincula con resoluciones complejas se denomina “red ejecutiva”. La zona “default area” o “zona común” está ubicada en la corteza prefrontal media mientras que la “red ejecutiva” está ubicada en la corteza prefrontal lateral del  cerebro.

En los resultados se pudo ver que las personas resultaban ser más eficientes en resolver problemas complejos mientras realizaban actividades de rutina al mismo tiempo, que aquellas que solamente se forzaban en resolver problemas complejos. En las resonancias quedó en evidencia que al tratar de resolver los problemas mientras se hacen estas actividades de rutina, ambas zonas se activan, mientras que cuando solamente se resuelven problemas complejos solo se active la “red ejecutiva”. Antes de este estudio no había conciencia de que mientras ejecutamos tareas rutinarias una parte importante del cerebro seguía preocupada y ocupada en resolver problemas complejos, aunque no estemos pensando en ellos.

Es decir que la red ejecutiva, ubicada en la corteza prefrontal lateral, está funcionando permanentemente, incluso cuando estamos realizando tareas de rutina que nos dan la sensación de que no estamos pensando ni usando la mente. Esta es la razón por la cual muchas ideas y soluciones se nos ocurren mientras nos duchamos, o manejamos.
Esto sugiere que las personas están mejor preparadas para resolver problemas complejos cuando no están pensando en ellos y de ahí viene el pensamiento de las personas de que las ideas pueden surgir de la nada. 

Tal vez como artistas nos cuesta creer que siempre hay una explicación científica para todo, o nos encontramos en esa situación en donde la ciencia nos contradice en nuestras creencias, en este caso, el hecho de pensar que a veces se nos puede ocurrir ideas de la nada.  Sin duda alguna, todas las cosas pasan y ocurren por algo, por una serie de antecedentes o serie de cosas que podemos asociar y llegar a una interpretación. Es así como Sergio Givone nos comparte su idea sobre el arte y la estética, como todo, en el arte, las ideas no ocurren de la nada, Al arte formal y arte representativo que les otorga la belleza son las ideas con las que se les asocio o interpreta.

De igual manera podemos interpretar que como en el arte, y como dice Sergio Givone, hay que respetar lo que para nosotros no es arte, o en este caso algo que para nosotros no es una Buena, para alguien más puede resultar la mejor ideal del mundo, que obtuvo, según la ciencia, a través de un largo proceso entre su consciente y subconsciente.

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